Damien Tavan, Jefe de Ingeniería

¿Qué te inspiró a realizar la carrera profesional que tienes hoy en día?

Escogí la ingeniería informática y electrónica porqué siempre me habían gustado ambos campos. Antes de ir a la universidad ya estaba bastante familiarizado con estos ámbitos, al haber hechos cosas por mi cuenta, y era lo que más me atraía por motivos personales. Una vez hice la carrera tuve otras inquietudes personales y decidí dar un giro y orientarme más hacia las energías renovables. Todo vino ya que al salir de la universidad tuve un año un poco sabático y de reflexión. Una vez terminada aquella etapa fue cuando decidí hacer un máster en este ámbito y especializarme en ello.

¿Cuál es tu experiencia previa en el mundo de ingenería de software y de energías renovables?

Estuve unos primeros años trabajando en consultoría energética en el sector de edificación. La primera mitad de mi carrera profesional he estado vinculado a este tipo de proyectos, en específico diseñando edificios sostenibles. Hacía toda la parte de modelos energéticos para este tipo de proyectos, así como también para proyectos de investigación, pero siempre en relación al sector de la edificación. Trabajaba junto a arquitectos haciendo recomendaciones de qué se podía hacer para que un edifico usara menos energía. En definitiva que fuera más sostenible, autosuficiente y confortable. Esto implicaba cálculos, análisis de datos, proyecciones para demostrar que si se escogía una opción sería mejor para el edificio y sus ocupantes a largo plazo.

Esta primera experiencia fue la que hizo que primero me alejara un poco de lo que había estudiado en la carrera, como es la energía en los edificios, pero poco a poco como ya tenía este conocimiento de programación, reconecté con estos conocimientos ya que había una gran necesidad de analizar grandes cantidades de datos, desarrollar pequeños programas o proyectos de conectividad. La experiencia que obtuve diseñando todo este conjunto de proyectos y mi interés por la tecnología junto con mi bagaje anterior hizo que cuando entré en programación otra vez, veía que todo era más útil y me formé en temas de data science o machine-learning.

Así, a partir del año 2012 hice cada vez más proyectos propios y hacia el año 2016 fue cuando decidí definitivamente que quería coger proyectos basados en desarrollo software. Más tarde, en 2017, entré en NNERGIX y me dediqué al 100% al desarrollo de producto software.

¿Que te llamó la atención en el proyecto de Bamboo Energy?

Por un lado, la verdad es que yo tenía un contacto previo sobre el equipo de Bamboo. No conocía directamente a Cristina o a Manel, pero si conocía a una persona que los conocía bien, y esta persona me introdujo al equipo. Me habló de los dos y del proyecto que estaban desarrollando. Creía que me podía interesar y me presentaron tanto a las personas como al proyecto con un alto grado de confianza.

Por otro lado, estaba el tema de la flexibilidad. Como trabajaba en el sector desde hace un tiempo no paraba de escuchar sobre el ámbito de la flexibilidad y su importancia y relevancia en el futuro. Justamente creo que fue hace un año y medio cuando oí hablar por primera vez del tema y desde aquel momento el interés y noticias no pararon de crecer. Fue poco después cuando supe que se estaba desarrollando el proyecto de Bamboo, pero sin haber una empresa formalmente estructurada. El proyecto me llamó mucho la atención por ser nuevo, con mucho potencial y con muchos retos por hacer.

Además, otra cosa que me interesó del proyecto es que tiene un vínculo con la gestión energética sostenible de los edificios. Lo que hacía en NNERGIX se centraba exclusivamente en la generación de energía, pero en Bamboo vi la posibilidad de contribuir a un nuevo proyecto y un nuevo sector con mi experiencia en modelización y gestión energética de los edificios, además de mi experiencia en desarrollo software y en energías renovables.

¿Cuáles son tus tareas dentro de Bamboo Energy?

He entrado en Bamboo Energy como Director Técnico, o Head of Engineering. Así, soy la persona que tiene que complementar a Cristina y Mattia en el ámbito de desarrollo de producto. Ellos tienen todo el know-how de como se tienen que hacer las cosas y desarrollar los algoritmos y yo lo que tengo que aportar es como convertir esto en un producto que sea escalable. Complemento el conocimiento que ellos tienen de lo que hay que hacer con el cómo hay que hacerlo. En definitiva, ellos conocen el qué y yo aporto el cómo conseguir que el software que desarrollemos sea robusto y escalable, y siguiendo metodologias ágiles.

¿Cuál es la parte más excitante de tu trabajo?

Desde que trabajo en software lo que más me gusta es elaborar productos desde cero y construir toda la arquitectura para conseguir el producto final deseado. La parte de pensamiento estratégico y conocimiento técnico profundo que requiere este tipo de ejercicio me gusta mucho. Igualmente, desde que trato con la metodología de trabajo agile he considerado que es un campo apasionante por todas las dinámicas que se crean. Por mí tipo de trabajo acostumbro a trabajar y he hecho muchos proyectos solo, pero ahora me gusta más trabajar en equipo cuando se adoptan estas metodologías, porqué hace que sea todo más interesante y dinámico.